Sandra Cauffman, científica costarricense que soñó con alcanzar las estrellas.
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Periodista: Eledith Díaz

“la pobreza no puede ser una excusa para desistir de los sueños”.
Hace unos años subí un enlace a mi Facebook sobre Beijing+20, Conferencia que habla sobre los derechos de las mujeres, de lo que se ha conseguido, lo que aún queda por alcanzar y lo que ha logrado conseguir. Bueno un claro ejemplo es el de Sandra Cauffman, científica costarricense que soñó con alcanzar las estrellas.
En ese enlace estaba el ejemplo de vida de Sandra Cauffman, una mujer que tuvo que luchar al lado de su familia situaciones de pobreza extrema y violencia doméstica. Por lo que me di a la tarea de investigar sobre ella y además, obtuve una entrevista en la que doña Sandra accedió muy amablemente. Ella cuenta como ha sido su vida y lo importante que es su trabajo en la NASA.
Esta mujer a pesar de la situación que vivió en esos años, su sueño de llegar algún día a trabajar en la NASA, no se quedó atrás, sino, que siendo una niña y viniendo de una familia de muy escasos recursos, pero educada por una mamá soltera a la que le sobraban las agallas de luchar por sus hijos día a día, Sandra logró llegar a las estrellas!
Sueño hecho realidad
Todo comienza en el año de 1969, cuando viendo con emoción la llegada del hombre a la luna y en ella dos hombres pusieron sus pies por primera vez sobre aquel hermoso satélite y sorprendida por aquella noticia, expresó ¡Ay, yo quiero trabajar ahí un día!” Dijo Sandra.
La niña que un día expresó que quería trabajar en la NASA, hoy, lidera el proyecto Atmósfera de Marte y Evolución Volátil, conocido como MAVEN por las siglas en inglés de Mars Atmosphere and Volatile Evolution.Pero, para llegar tan alto tuvo que pasar por grandes desafíos incluso hasta de discriminación por querer estudiar una carrera que solo hombres solían estudiar. Sandra Cauffman es la subdirectora, de la misión que envió al Satélite Maven, hasta el planeta Marte y regresará en setiembre del 2014. Ella es ingeniera, física, pero además es madre, esposa, amiga y compañera, a sus 51 años considera que “cada ser humano es dueño de su destino”.
De test sencilla, con una fuerza interna que le guía a hacer su trabajo y sueños hechos realidad, indica que su madre es la heroína que la empujó a llegar tan alto como lo ha hizo, fue ella quien le dijo “Esfuércese y estudie. Usted nunca sabe las vueltas que da el mundo. Uno siempre tiene que estar listo para las oportunidades, uno nunca sabe si la oportunidad le va a llegar”.
En la entrevista realizada nos cuenta sus logros:
¿Qué la incentivó a estudiar lo que estudió y lograr llegar a la NASA en el puesto que hoy ocupa?
Mi mami me ayudó mucho desde pequeña porque según ella me cuenta yo aprendí solita a escribir copiando las letras del periódico en un cuaderno cuando estaba entre 2 y 3 años. También siempre me interesaron mucho las ciencias y las matemáticas y se me hacían muy fáciles. Mi papa biológico y mi papa adoptivo, los dos eran ingenieros eléctricos y yo, pues tengo los genes. Pero mi mamá fue la tuvo todo el coraje y me dio todo el empuje y motivación que necesitaba con su ejemplo.
Mi madre lo perdió todo. Perdimos nuestra casa y acabamos viviendo en una oficina. Pero a pesar de todas nuestras dificultades, mi madre siempre me animó a estudiar y sacar buenas notas y a seguir esforzándome. Pese a tener que conservar tres empleos para mantenernos, y aunque yo empecé a trabajar muy joven, siempre me dijo que debía de ser fuerte para poder salir adelante.
¿Cómo oficial de alto rango de la NASA – National Aeronáuticas and Space Administration cómo se prepara cada día doña Sandra para enfrentar su trabajo?
No es nada del otro mundo. Siempre me levanto muy temprano, entre 5 y 5:30am. Me gusta desayunar con mi familia. Después les alisto su almuerzo y salimos de la casa por ahí de las 7:00am. Yo tengo que manejar 25 millas para llegar al trabajo. De camino voy en silencio y rezando y meditando. Esto me ayuda a ponerme lista para lo que venga. El trabajo es muy interesante y trabajo con gente de mucho calibre. Todos estamos muy concentrados y tenemos mucha pasión por lo que hacemos. Siempre pensamos que no estamos haciendo trabajos para mandar satélites o astronautas. El trabajo que hacemos es para mejorar la vida aquí en la tierra y muchas de las tecnologías que ya hemos desarrollado han terminado siendo usadas aquí en la tierra.
¿Cómo costarricense y venir de un país tan pequeño, que se siente de alguna manera «representar» al país en un puesto tan importante como el que ocupa en la NASA?
Para mí es un orgullo el poder representar a Costa Rica y que un pedacito de mi patria este yendo a Marte. Solo somos 4 costarricenses que hemos trabajado para la NASA, que yo esté enterada. La NASA es muy grande con 10 centros a través de los Estados Unidos y tal vez puede que haya otros ticos por ahí. ¡¡Si los hay, los encontraremos!!
¿Alguna vez pensó que llegaría tan alto doña Sandra?
Siempre soñé en llegar muy alto. Mi mama siempre me dijo que tratara de alcanzar las estrellas. Mi sueño desde muy niña fue el trabajar en la NASA algún día. Nunca pensé que ese sueño se me hiciera realidad.
¿Qué les diría a otras mujeres y jóvenes costarricenses que tienen sueños y metas como las suyas?
Les diría que sigan soñando y que tenga metas muy altas, pero que al mismo tiempo se esfuercen. Tal vez no lo puedan conseguir todo, pero definitivamente llegaran mucho más largo. Nada nos llega por nuestra linda cara. Hay que ponerse a sudar y luchar por lo que uno quiere.
¿A pesar de la situación económica y emocional vivida de niña por la violencia doméstica en su familia, eso en algún momento le propició no seguir con sus sueños?
Nunca. Más bien eso me dio más empuje. Mami siempre me decía “mamita, hay que quebrar el circulo y no repetir historia”.
¿Cómo mujer es difícil desempeñar un puesto como éste?
Porque se diría que es solo de hombres.
Ser mujer en el sector de la ingeniería es diferente de ser un hombre en el sector de la ingeniería. Las mujeres tienden a ser más comprensivas, por lo que tienden a esperar simpatía con mayor facilidad. Olvídenlo. Tendemos a tratar de hacer mucho más para demostrar nuestra capacidad, cosa que muchos hombres no tienen que hacer. Yo sé que estoy generalizando y que los hombres se esfuerzan pero la capacidad de las mujeres no es tan reconocida de hecho hasta que se vean en acción. Mientras tanto que un hombre ya por decir que es ingeniero casi inmediatamente recibe respeto y aceptación. Aunque ha habido mucho progreso en cuanto a la mujer en estos campos todavía hay mucho camino por recorrer. Es difícil en los Estados Unidos y me atrevo a decir que tal vez es más difícil en Costa Rica. Aprendan a hablar y desplegarse con firmeza. Por ejemplo, si un hombre piensa que la respuesta es 10, él dirá «La respuesta es 10.» Si una mujer sabe que la respuesta es 10, ella dirá: «Creo que la respuesta es 10.»
Las mujeres tienden a ser más vacilantes. Esto no es necesariamente malo porque al fin las mujeres pueden terminar para arriba con mayor credibilidad que el hombre que sigue insistiendo en que la respuesta es 10, cuando en realidad es 5 pero usted aparece un poco endeble. No es difícil y por hecho muchas de nosotras hemos terminado en trabajos de mucha capacidad, pero a veces hay que ajustar un poco las expectativas, nuestras reacciones y comportamientos.
¿En tres palabras: cómo se definiría Sandra Cauffman?
Soñadora, emprendedora y creyente en Dios.
Para cerrar este artículo tomo una cita de un trabajo realizado por La Nación, diciembre 2013 en la que ella orgullosa de quién es dice: “Si tuviera que hacerlo todo otra vez de la misma manera, lo hago todo otra vez, porque no creo que yo sería yo si no hubiera pasado por todo lo que pasé. Las experiencias nos dan formación en la vida. Uno no puede cambiar quién es uno”.
La Municipalidad de San José, Costa Rica, la nombró como la Mariscal del Festival de la Luz, realizado el 17 de diciembre de 2022.
Colaboración Periódico Mujeres Emprendedoras

Directora de la Revista La Reporteracr. Bachiller en Periodismo y Licenciada en Comunicación de Masas de la Universidad Federada San Judas Tadeo. Colegiada. Me encanta escribir y tengo muchos sueños y metas por cumplir.